Entre los manuscritos dejados por Wittgenstein (1889-1951) aparecen con frecuencia apuntes que no pertenecen directamente a las obras filosóficas. Algunos son autobiográficos, otros se refieren a la naturaleza de la actividad filosófica y otros tratan temas generales relacionados con la religión, el arte, la historia o la música. En los Aforismos encontramos, también, el retrato de un filósofo inteligente y no tan atormentado como se revela en sus Diarios. Aparece un Wittgenstein más luminoso por una razón bien sencilla: porque nos habla de sus gustos. Además, junto a su gran interés para situar al autor en la época que le tocó vivir, los Aforismos son de una belleza y profundidad notables. La presente edición se enriquece con el material añadido a la segunda edición alemana y con un interesantísimo prólogo de Javier Sádaba donde nos da una de las claves fundamentales para entender a nuestro autor: su judaísmo.
Entre los manuscritos dejados por Wittgenstein (1889-1951) aparecen con frecuencia apuntes que no pertenecen directamente a las obras filosóficas. Algunos son autobiográficos, otros se refieren a la naturaleza de la actividad filosófica y otros tratan temas generales relacionados con la religión, el arte, la historia o la música. En los Aforismos encontramos, también, el retrato de un filósofo inteligente y no tan atormentado como se revela en sus Diarios. Aparece un Wittgenstein más luminoso por una razón bien sencilla: porque nos habla de sus gustos. Además, junto a su gran interés para situar al autor en la época que le tocó vivir, los Aforismos son de una belleza y profundidad notables.
La presente edición se enriquece con el material añadido a la segunda edición alemana y con un interesantísimo prólogo de Javier Sádaba donde nos da una de las claves fundamentales para entender a nuestro autor: su judaísmo.