En este segundo libro, Dani ha perdido a su amigo extraterrestre Zogh, pero no recuerda dónde, y como la existencia de éste es un secreto que sólo él conoce, no puede preguntar a nadie. Comienza a buscarlo, pero todo es inútil... Hasta que un día, de repente, Zogh aparece de nuevo en su habitación, de la misma forma sorprendente que lo hizo lo primera vez. La vida de Dani volverá a verse llena de excitantes y sorprendentes aventuras, como montar en bici en un planeta lejano, o poder «visitar» a sus hermanitos en el cuerpo de su madre antes de que nazcan; pero también habrá ocasiones en las que se vea en verdaderos apuros por las constantes travesuras que se le ocurren a Zogh. Y es que vivir junto a un extraterrestre que en cualquier momento puede cambiar de forma e imitar cualquier sonido, y además manteniéndolo en secreto, no es nada fácil... Valores implícitos.La gran amistad que une a dos seres diferentes, representados en este relato por un niño y un extraterrestre. También es importante destacar el curioso análisis de la civilización humana hecho por un ser de otro planeta, el cual nos induce a observarnos desde otra perspectiva.