«Anna O se lee como un sueño, pero inquieta como una pesadilla»
A. J. Finn
Anna Ogilvy lleva cuatro años sin abrir los ojos. No lo ha hecho desde aquella noche en La Granja en la que la encontraron dormida con un cuchillo de cocina en la mano, la ropa manchada de sangre y los cadáveres de sus dos mejores amigos tendidos cerca. Ha cometido el crimen del siglo y nada ni nadie puede despertarla de la pesadilla. Quienes creen en su inocencia la llaman Anna O. Quienes creen en su culpa, la Bella Durmiente.