NUÑO DEL VALLE, FRANCISCO MANUEL
Caja de botones es un álbum en el que los protagonistas son los botones que esperan su turno para suplantar en las prendas de vestir a aquellos que se caen y se pierden. Pero mientras tanto llega el momento de ser cosidos, los botones se entretienen haciendo alguna que otra travesura. La madre de David es costurera y conoce alguna que otra historia de los botones que guarda en una bonita caja.
CAJA DE BOTONES Fran Nuño ?Caja de botones? es un álbum en el que los protagonistas son los botones que esperan su turno para suplantar en las prendas de vestir a aquellos que se caen y se pierden. Pero mientras tanto llega el momento de ser cosidos, los botones se entretienen haciendo alguna que otra travesura. La madre de David es costurera y conoce alguna que otra historia de los botones que guarda en una bonita caja. David quiere que le cuente una y otra vez esas historias: Pulsar un botón En esta primera historia los botones ocupan el lugar de teclas e interruptores. Menudo lío se forma en la casa cuando el ordenador, el teléfono, la lavadora... y los interruptores de las luces son invadidos por botones de todos los tipos y colores. Un día difícil de olvidar. Serpiente de botones Una vez los botones abrieron la caja y decidieron salir a la calle a conocer mundo. Para ello le pidieron ayuda a una bobina de hilo amarillo. Uno tras otro se fueron poniendo en fila y el hilo los fue uniendo desde el primero hasta el último. ¿Y qué parecían? Pues una serpiente repleta de llamativos colorines. Con aquella pinta salieron a la calle y dejaron boquiabiertos a un buen número de vecinos. Pagar con botones Menudo lío se formó en el barrio cuando los botones dejaron la caja, para meterse, ellos solitos, en los monederos de los vecinos y sustituir a las monedas. Y allí estaban ellos, esperando su turno para viajar de mano en mano y de bolsillo en bolsillo. Botones estrellas Vaya sorpresa se llevaron los vecinos del barrio cuando miraron al cielo aquella noche en la que en vez de estrellas había botones en el cielo. Y cómo no, el botón grande liso y blanco ocupó el lugar de la Luna. Los demás, para disfrute del público, formaron una bellísima constelación. Botones de carrera Un día, la casa se convirtió en un verdadero circuito de Fórmula Uno. ¿Que cómo ocurrió? Pues como se puede imaginar, fue idea de los botones. Y cuando a los botones se le mete algo entre agujero y agujero, siempre lo consiguen.