«Te quiero, Helena. Quizás no debería decirlo, porque solo empeora las cosas, pero es totalmente cierto».
Helena no puede creerlo. Justo cuando tiene la felicidad junto a Jess al alcance de la mano, vuelven a arrebatársela. Después de que ambos decidieran plantarle cara a todo aquel que se opusiera a su amor, unos desconocidos atacan a Jess y lo dejan herido de gravedad. Pero ¿quién lo persigue? Y ¿por qué?
Helena tendrá que volver a buscar respuestas que se entrelazan peligrosamente con las muertes de Valerie y Adam. Y, cuanto más se acerca a la verdad, más se pregunta si algún día Jess y ella podrán tener un futuro juntos... O si quizá su amor estuvo condenado desde el principio.