En la comunidad de vecinos de la calle del Chicle, 5 ocurren muchísimas cosas. Suenan instrumentos musicales entre ronquidos atronadores.
En la escalera flota aroma de pastel recién hecho, se oyen golpes, chirridos y bullicio.
Cada vecino tiene su mundo propio y diferentes aficiones, nunca se molestan y viven en armonía.
¡Anímate a visitarlos! Conoce a los vecinos de este edificio peculiar, algo locos y estrafalarios, siempre alegres y amistosos.