«Concebí Canoas como una novela en ocho actos: en el centro Mustang, una novela corta, y alrededor, como satélites, siete cuentos. Todos hablan entre sí, todos están conectados y parten del mismo deseo: explorar la naturaleza de la voz humana. Quería interceptar una frecuencia a lo largo de un libro dedicado a una tribu de mujeres. Mujeres de todas las edades, solitarias, soñadoras, obsesionadas o marginales.»