Dejar que los hijos crezcan. Vienen y pasan las ideas, y de vez en cuando una se demora y pide que se le haga caso. Así fue con La ciudad. Una idea se instaló y quiso hacerse una parábola sobre el tema de la madre. Le hice caso. Después de escribir por un rato me di cuenta de que había otro elemento que quiso entrar en la historia: lo de crecer, y la precondición para eso, lo de permitir crecer - la necesidad de soltar lo más querido y difícil de soltar.