Corre el año 1124. No hace tanto que la villa de Valdehorna ha sido reconquistada por el joven reino de Aragón cuando, para sorpresa y angustia de sus habitantes, una fría mañana de diciembre encuentran que la virgen negra de su pequeña iglesia ha sido robada. Lo peor, sin embargo, sólo unos pocos lo conocen: en su interior se oculta un documento que podría hacer tambalear el poder del rey.
Sin dudarlo, el señor de Valdehorna encarga su búsqueda a su hijo bastardo, Pedro Lázaro, y a su escudero, Fernando, veterano de las algazaras contra los moros. Ambos acudirán con premura a Calatayud..., pero la aventura no ha hechos más que comenzar. Ni Said, el insigne almorávide, ni Galindo Sánchez, temido rector de la cofradía de Belchite, ni Diego López de Haro, enemigo acérrimo del rey Alfonso, tienen la intención de permitir que cumplan su misión. Y, además, poco a poco empezarán a sentir que unos seres que consideraban de leyenda, antiguos terrores que creían olvidados, parecen haber salido de sus escondrijos y se mezclan ya de nuevo entre ellos...
Ésta es la historia de unos hombres confabulados con un dios que no fue el que conocieron en su infancia; un dios que no es el cristiano, pero que les otroga la victoria en batalla; un dios que además es celoso. Y, entretanto, el medievo cristiano se tambalea en el filo de un alfanje almorávide.