Crepúsculo de los ases recrea la defensa que Roma llevó a cabo para impedir la invasión germana que hubiera puesto en peligro la integridad del Imperio Romano tras la fatal derrota de Teutoburgo. Para ello, Tiberio, sucesor de Augusto en el solio imperial, envía a Germánico a vengar la memoria de las legiones malditas caídas en los bosques de Teutoburgo, con el objetivo de acabar con Arminio. Sin embargo, la destreza del germano en la defensa de su territorio, a pesar del inmenso poder militar desplegado por Roma, convencerán a esta de que Germania Magna debe quedar libre para siempre.