Entre las nuevas voces del periodismo deportivo de nuestro país brilla con luz propia Miguel Quintana. Su mirada inteligente y su integridad profesional son aire fresco en un gremio a menudo contaminado por el periodismo de bufanda y la pleitesía a clubes y organismos gestores. Su trayectoria es el mejor referente para muchos que aspiran a labrarse una carrera como periodistas deportivos.
En 2018, con 28 años, invirtió lo poco que había podido ahorrar en crear su canal de YouTube y se dio un plazo de un año para ganarse la vida en el periodismo. Cuatro años más tarde, ya estaba presentando un programa en la radio y otro en la televisión, pero no sin mucho trabajo y más de un tropiezo. Hoy, con el reconocimiento de la profesión y de la audiencia, Quintana reflexiona sobre el camino recorrido y sobre el estado del periodismo deportivo.