Agnes ha vivido toda su vida en el tercer piso de un bloque de apartamentos y no se imagina viviendo en otro lugar. Un día otra niña, Anne, se muda al mismo bloque y la vida de Agnes se revoluciona: tiene que reconciliarse con la idea de que los numerosos secretos del edificio ya no son solo suyos. Porque, bien mirado, ¿qué es un hogar? ¿Y quién puede llamar hogar a una casa? Agnes hace todo lo posible por conocer a la nueva inquilina, pero no logra coincidir con ella. Finalmente llega el día en que se encuentran y comienzan a jugar juntas. Un álbum ilustrado sobre la pertenencia y la amistad, con unas ilustraciones espectaculares que nos enseñan un pedacito de Noruega.