Épica, batallas, traiciones y amor en plena caída del Imperio romano. Año 355 d. C. La estabilidad del Imperio romano está sometida a una doble amenaza: los bárbaros que presionan en las fronteras y las luchas internas, cada vez más ásperas por el intento de muchos generales de proclamarse emperadores. Constancio II, en el trono del Imperio de Oriente, obsesionado por el miedo a perder el poder, ha formado una red de espías para desenmascarar a cualquier opositor. Así es como Victor, de origen franco, se convierte en la sombra del joven Juliano, destinado a convertirse en el próximo césar de la Galia. Pero hay alguien más que observa sus movimientos. Para proteger a Juliano, y a sí mismo, se verá obligado a abandonar muchas de sus convicciones y a emprender un camino más incierto de lo previsto.