Una novela actual y sin embargo histórica, donde los personajes, los pleitos, los enfrentamientos entre administraciones, los sobornos y los entresijos de una justicia débil con los arrogantes, pero arrogante con los débiles, era una práctica habitual, que apenas si ha variado con el paso del tiempo. Después de redactar varios miles de cuentos cortos en forma de querellas, demandas o requerimientos, Milton decidió escribir El abogado de Indias, basada en dos escenarios; la Sevilla del siglo XVI, donde la sangre y el oro fluían a raudales, y la administración de justicia que imperaba en una época en permanente estado de ebullición.
Una novela actual y sin embargo histórica, donde los personajes, los pleitos, los enfrentamientos entre administraciones, los sobornos y los entresijos de una justicia débil con los arrogantes, pero arrogante con los débiles, era una práctica habitual, que apenas si ha variado con el paso del tiempo. Después de redactar varios miles de cuentos cortos en forma de querellas, demandas o requerimientos, Milton decidió escribir El abogado de Indias, basada en dos escenarios; la Sevilla del siglo XVI, donde la sangre y el oro fluían a raudales, y la administración de justicia que imperaba en una época en permanente estado de ebullición.