Es un lugar común referirse a El arte de la guerra como «la versión china de El príncipe» y a Sun Tzu como «el Maquiavelo oriental», aunque, bien mirado, fueron Sun Tzu y su libro de estrategia los que inspiraron a Maquiavelo. Nadie diría, a la vista de su estructura, su concisión y su estilo tan directo, que esta obra tiene más de dos mil años. Su contenido tiene tanta vigencia hoy como entonces, porque, en el fondo, las siempre acertadas máximas de Sun Tzu no nos hablan sólo del arte de hacer la guerra, sino también de cómo gestionar conflictos de todo tipo y salir airosos de ellos.