El Bolero es la obra más famosa e interpretada de Maurice Ravel,
a quien se lo había encargado la bailarina y mecenas rusa
Ida Rubinstein, icono de la belle époque. Considerado un ejercicio depurado de virtuosismo orquestal, se estrenó en París en 1928,
en la Ópera Garnier. José Antonio Abad traza, a partir de esta melodía, un cautivador relato que, como las notas de la partitura,
va presentando a los músicos -con sus respectivos instrumentos-
de una orquesta muy especial.
Las sorprendentes ilustraciones de Federico Delicado
-cuyos protagonistas son animales humanizados pertenecientes
a especies en peligro de extinción- nos transportan a un escenario urbano como asistentes de lujo a un concierto memorable que, además de música, también nos envuelve con luz y colorido.