El antisemitismo está aumentando de forma alarmante en todo el mundo. Los judíos son atacados en las calles de ciudades como Nueva York y París, acosados en campus universitarios occidentales, asesinados en sinagogas, escuelas judías y locales kósher en lugares como Nueva Jersey, Toulouse, Pittsburgh y Jerusalén, y atacados a pedradas en la Patagonia argentina. Son culpados por fenómenos tan diversos como los ataques del 11 de septiembre de 2001, la pandemia de COVID-19, el racismo y la caída en las tasas de natalidad occidentales; llamados genocidas, colonialistas y asesinos de niños. Cada vez que hay una escalada en el conflicto árabe-israelí, sinagogas, cementerios, instituciones y personas judías sufren violencia en todo el mundo.Como los canarios que se utilizaban en las minas para detectar la presencia de gases peligrosos antes de que fueran letales para los mineros, el odio hacia los judíos funciona como una advertencia de que el extremismo y el odio en general están creciendo en una sociedad, es un signo de un problema mucho más amplio.Con esta perspectiva, Cecilia Denot busca desmentir los