Un pequeño pueblo cercano a Lausana se encuentra totalmente influenciado por el vendaval reformista del predicador Juan Calvino, que gobierna con sus tesis religiosas la cercana ciudad de Ginebra. El cardenal Urs Steiner es el encargado de ejercer el gobierno en el pueblo. Protegido por un grupo de despiadados mercenarios, el clérigo impondrá entre los vecinos de la pequeña localidad un régimen de tiranía y poder absoluto con el que despertará una antigua y diabólica maldición que desde hacía años permanecía encerrada y adormilada entre las viejas paredes del pueblo.
«Urs Steiner no era un fanático religioso, como lo podían ser Calvino o el mismo Lutero, o sin ir más lejos, los numerosos obispos, cardenales y papas católicos que habían campado a sus anchas y triunfalmente por el mundo en defensa de su doctrina religiosa; él, simplemente, era un hombre ambicioso, extremadamente ambicioso, esa era su principal característica, y como tal, su principal misión en la vida era superar a los demás mortales y pasar a dominarlos, ser y mostrarse superior a ellos.»