En la década de 1920, el célebre explorador y pintor ruso Nicolás Roerich fue en busca de Shambhala. Su caravana se dirigía al Gobi. Cuando Roerich y los lamas que lo acompañaban estaban próximos a las montañas del Altai Himalaya, avistaron un objeto dorado que se desplazaba por el cielo. Los lamas no se sorprendieron: para los monjes era un signo de los guardianes del mundo intraterrestre.Aquella humanidad subterránea existe. Y posee un código de vida que conocemos bajo el nombre de «Decadrón». Probablemente este sea uno de los pocos libros -y quizás el único- que aborda profundamente la filosofía y las enseñanzas de la misteriosa Hermandad Blanca del mundo intraterrestre.En una increíble experiencia de contacto en las selvas de Paititi, Ricardo González recibe este conjunto de principios de vida que rigen a aquella esquiva humanidad subterránea de la legendaria ciudad perdida de los incas. Una obra profunda y espiritual, que se constituye en un manual indispensable para todo peregrino de la Luz.
En la década de 1920, el célebre explorador y pintor ruso Nicolás Roerich fue en busca de Shambhala. Su caravana se dirigía al Gobi. Cuando Roerich y los lamas que lo acompañaban estaban próximos a las montañas del Altai Himalaya, avistaron un objeto dorado que se desplazaba por el cielo. Los lamas no se sorprendieron: para los monjes era un signo de los guardianes del mundo intraterrestre.Aquella humanidad subterránea existe. Y posee un código de vida que conocemos bajo el nombre de «Decadrón». Probablemente este sea uno de los pocos libros -y quizás el único- que aborda profundamente la filosofía y las enseñanzas de la misteriosa Hermandad Blanca del mundo intraterrestre.En una increíble experiencia de contacto en las selvas de Paititi, Ricardo González recibe este conjunto de principios de vida que rigen a aquella esquiva humanidad subterránea de la legendaria ciudad perdida de los incas. Una obra profunda y espiritual, que se constituye en un manual indispensable para todo peregrino de la Luz.