Jesús, nuestro protagonista, esconde un terrible secreto. Vive recluido en un solitario granero en pleno monte, rodeado de temibles perros, una jauría con la que mantiene un extraño vínculo apartado de cualquier orden humano. Su único contacto con la civilización es una visita semanal al club de carretera Diana, donde alimenta su relación amorosa con Marcia (una prostituta que vive bajo el hechizo de un continuo olvido). Su propósito resulta inconcebible. Desde Endenich (la boca del infierno, el prodigioso escenario de las transformaciones) Jesús se adentra en un mundo desconocido y brutal, pervirtiendo y negando todo código humano. Metáfora, mito, poesía y música componen esta segunda novela de Lorenzo Ariza. Una intriga de corte fantástico. Una gigantesca sinfonía de destrucción.