Hay muchos dioses únicos y verdaderos, unidos por su afición a imponer reglas absurdas -no comerás antes del anochecer, no trabajarás en sábado, sacrificarás una docenita de vírgenes las noches de luna llena...- y, claro, . entre ellos mantienen, además de una sana competencia; un respeto profesional y un colegueo entrañable. Dé eso trata este libro, pecadores.