El hombre que quiso entrar en Auschwitz nos ofrece el impactante testimonio real de Denis Avey, soldado británico que durante la Segunda Guerra Mundial se introdujo voluntariamente en Buna-Monowitz, el campo de concentración conocido como Auschwitz III, para ser testigo de los horrores que allí se cometían.En el verano de 1944, Denis Avey había sido capturado por los nazis y compartía trabajos forzados con los prisioneros judíos del campo de concentración de Auschwitz. Allí trabó amistad con varios de los presos, entre ellos Hans, un judío holandés que sobrevivió al exterminio gracias a la ayuda de Denis cuando este, conocedor de su terrible situación, ideó un intercambio para que Hans pudiera alimentarse mejor y descansar en el barracón de los prisioneros ingleses. En su lugar, Denis vistió el pijama a rayas y vivió en primera persona la crueldad, la humillación y la destrucción de un sitio que, según nos relata, era lo más parecido al «infierno en la tierra».Durante décadas el autor fue incapaz de evocar un pasado que todavía le atormenta. Sesenta y cinco años después de la pesadilla vivida, ha decidido romper su silencio para contar toda su historia, tan apasionante como conmovedora, que nos brinda una singular perspectiva de la mente de un hombre corriente que ha logrado convertirse en un modelo único de valentía y generosidad.
El hombre que quiso entrar en Auschwitz nos ofrece el impactante testimonio real de Denis Avey, soldado británico que durante la Segunda Guerra Mundial se introdujo voluntariamente en Buna-Monowitz, el campo de concentración conocido como Auschwitz III, para ser testigo de los horrores que allí se cometían.En el verano de 1944, Denis Avey había sido capturado por los nazis y compartía trabajos forzados con los prisioneros judíos del campo de concentración de Auschwitz. Allí trabó amistad con varios de los presos, entre ellos Hans, un judío holandés que sobrevivió al exterminio gracias a la ayuda de Denis cuando este, conocedor de su terrible situación, ideó un intercambio para que Hans pudiera alimentarse mejor y descansar en el barracón de los prisioneros ingleses. En su lugar, Denis vistió el pijama a rayas y vivió en primera persona la crueldad, la humillación y la destrucción de un sitio que, según nos relata, era lo más parecido al «infierno en la tierra».Durante décadas el autor fue incapaz de evocar un pasado que todavía le atormenta. Sesenta y cinco años después de la pesadilla vivida, ha decidido romper su silencio para contar toda su historia, tan apasionante como conmovedora, que nos brinda una singular perspectiva de la mente de un hombre corriente que ha logrado convertirse en un modelo único de valentía y generosidad.