Un homicidio sin cuerpos. Un hombre sin identidad...
Desde una granja aislada, una mujer marca el número de la policía. Su voz aterrorizada reclama ayuda. Algo espantoso ha sucedido. Algo que deja a los agentes perplejos. Solo hay enigmas y una persona capaz de revelar los mensajes ocultos en el mal. Pero un temor acecha:
saber que el juego nunca terminó