Un plan para acabar con la vida de Enrique IV difícilmente puede llevarse en absoluto secreto en una Francia que a principios del siglo XVII está plagada de espías y confidentes, pero aun así la identidad de los conspiradores es un auténtico enigma. Thomas de Pommone, conde de Nissac y el más excelso marino al servicio de la Corona, será el encargado de llevar a cabo la investigación, pero no por ello se le eximirá de sus otras misiones: limpiar el Levante de piratas y hostigar a los españoles allí donde los encuentre.
Duelos, abordajes, encuentros secretos, atentados con explosivos, curas crucificados a la puerta de sus iglesias, crímenes infames y brutales, amores apasionados, celos, envidias, traiciones... Fajardie pone en juego un impresionante repertorio de elementos para construir una apasionante epopeya a medio camino entre el thriller histórico y la novela de capa y espada.
Como en Los Fulares rojos, la pericia de Fajardie en la construcción de tramas subyugantes y repletas de acción vuelve a brillar aquí con todo su esplendor.
El comandante de la Marina Real Thomas de Pommone, conde de Nissac, se está convirtiendo en uno de los mayores héroes militares de Francia al mando de "El Dragón Verde", y por ello es requerido por Enrique IV para contrarrestar un complot que hay asesinarlo. Por el camino, Nissac debe enfrentarse a una espeluznante cuadrilla de asesinos sin escrúpulos y a las tropas españolas.
Fajardie, en una historia apasionante en la mejor tradición de la novela de capa y espada, presenta las resistencias con que topó Enrique IV para establecer la libertad religiosa.
La crítica francesa ha comparada a menudo la obra de Fajardie con las de Alejandro Dumas y con la serie de PérezReverte sobre el capitán Alatriste. A partir de los elementos más tradicionales de la novela de capa y espada, Fajardía actualiza el género al combinarlos con otros muy característicos de la novela negra. Del mismo autor ya se ha publicado en Edhasa otra novela con notable éxito "Los fulares rojos".