Septiembre de 1942. En el pueblo de Tora e Piccilli en el sur de Italia, Davide pasa sus días, a veces incluso sus noches, con los cerdos que cuida. Cojea desde que nació, sus compañeros de escuela se burlan de él, y su padre, admirador de Mussolini, lo maltrata. Solo Teresa, que trabaja en la tienda familiar, tiene el coraje de defenderlo en el colegio y de animarlo a que aprenda a escribir. Davide lo intenta, pero no puede imaginar otra existencia que la que le ha tocado en suerte. Teresa, en cambio, no hace más que repetir que algún día ella se irá de Tora. La vida de los dos cambiará con la llegada de treinta y seis judíos de Nápoles, enviados al pueblo por las autoridades fascistas. Uno de los chicos recién llegados, Nicolas, trae consigo un mundo desconocido que suscita al principio la animadversión de todos, incluida la de Davide. Sin embargo, en medio de la guerra, la amistad que surja entre los tres tendrá que superar, hasta el final, muchos obstáculos.