Desde hace algún ti empo, los elefantes de orejas pequeñas y los elefantes de orejas grandes se miran unos a otros de forma un tanto extraña e inquietante. Con los meses de sequía, el alimento escasea en el Valle del Okavango, y los elefantes de orejas pequeñas deciden construir un muro para preservar su tierra y su comida...
Pero esta construcción desencadena una serie de desastres para el resto de habitantes de la sabana y para los mismos elefantes...
Una bonita fábula sobre los límites de las fronteras y los prejuicios.
En homenaje a su amigo e ilustrador David McKee y de su libro Tusk Tusk, Javier Sobrino ha hilado este cuento sobre la convivencia y como alegoría del mundo que ha creado el ser humano.
Un libro para ayudar a los más jóvenes a reflexionar sobre la convivencia, sus límites y sobre la naturaleza intrínseca del hombre.