La reencarnación es un hecho. El alma de todos los seres migra de un cuerpo a otro en una sucesión interminable de nuevas existencias, pero solo algunos elegidos pueden recordar sus anteriores vidas. Es el caso del joven Pérdicas y el inevitable Tracio, dos personajes enfrentados durante más de 2.000 años. De Grecia a Etiopía, de la crucifixión de Cristo a los tiempos de los califas, del reinado de Felipe II al Londres victoriano de Jack el Destripador. Dos almas, dos adversarios, que atraviesan el siglo XX sorteando bombas y genocidios hasta recalar en una Inglaterra dividida entre los ritmos del reggae y la música de David Bowie. Una persecución, el fruto de una promesa, y un viaje a las fuentes de la crueldad, pero también de la esperanza.