Todo empezó con una película de terror... «No es para tu edad, Miguel», me había advertido mi mejor amigo, el Pequeño Vampir, pero aun así nos atrevimos a verla. Los zombis nazis daban mucho miedo, pero, como solo era una película, tampoco pasaba nada. El problema es que aquellos seres horribles regresaron por la noche, en mis sueños... Inventé una puerta y se fueron, ¡menos mal! Pero, claro, yo no sabía adónde llevaba esa puerta... Y entonces vino a buscarme Margarito, preocupadísimo: ¡los zombis habían aterrizado en casa del Pequeño Vampir! Tras el éxito de las novelas gráficas para niños de Pequeño Vampir y la adaptación cinematográfica de la serie, Joann Sfar amplía el universo del personaje con esta serie de narrativa juvenil.