El Príncipe es, sin duda, un clásico en el sentido más literal del término, pero también uno de los libros peor entendidos de la historia de la literatura mundial. Baste pensar en el sentido negativo que en todas las lenguas se da a los términos maquiavelismo y maquiavélico. Con ellos usualmente se designa un uso del poder político carente de prejuicios, en el que el fin justifica cualquier medio.
No ha existido hombre poderoso en la tierra, desde Carlos V a Catalina de Médicis, de Luis XIV a Napoleón, hasta los dictadores de la época contemporánea, que no hayan sido acusados de leer secretamente El Príncipe para obtener consejo e inspiración. Sin embargo, puede decirse que Maquiavelo y el método de investigación que desarrolla significan para el origen del pensamiento político moderno lo que Leonardo da Vinci y el suyo significaron, en la misma época, para la ciencia.
A partir de un vasto inventario de la historia de las épocas pasadas y de la contemporánea, Maquiavelo se esfuerza por extraer las relaciones, las constantes, aquellas leyes, en definitiva, que permiten los a los Estados, sean Repúblicas o Principados, durar o prosperar.
Niccolò Machiavelli (Florencia 1469-1527) Escritor y estadista florentino nacido en el seno de una familia noble empobrecida, Niccolò di Bernardo dei Machiavelli vivió en la Florencia de los Médici en tiempos de Lorenzo el Magnífico y de Pedro II. Tras la caída de Girolamo Savonarola (1498) fue nombrado secretario de la segunda cancillería encargada de los Asuntos Exteriores y de la Guerra de la ciudad, cargo que le llevó a realizar importantes misiones ante el rey de Francia, el emperador Maximiliano I o César Borgia, entre otros. En 1520 el cardenal Julio de Médici le confió varias misiones y, cuando se convirtió en el Papa Clemente VII (1523), pasó a ocupar el cargo de superintendente de fortificaciones (1526). En 1527, el saco de Roma trajo consigo la caída de los Médici en Florencia y la marginación política de Maquiavelo, quien murió poco después de ser apartado de todos sus cargos.