La mañana del sábado 25 de febrero de 1939, en Burgos, Manuel Machado recibe la noticia de que su hermano Antonio acaba de morir. Al día siguiente, Manuel y su mujer, Eulalia Cáceres, reciben las condolencias de sus amigos en la pensión Filomena, donde viven en una habitación desde que, al comienzo de la Guerra Civil, el matrimonio quedó atrapado en Burgos. Obligado a permanecer en la capital del franquismo, Manuel se ha adherido al Alzamiento Nacional, pero poco se sabe de las auténticas razones que lo llevaron a hacerlo y del peligro que corrió su vida. Su hermano Antonio representa la otra España, que seguirá a la República al exilio. Sin embargo, a pesar del riesgo, Manuel decide acudir, por última vez, al encuentro de su hermano. Con la muerte de Antonio Machado, para Manuel termina un mundo, porque ha perdido a su mayor compañero en la literatura y en la vida. Con un chófer falangista, Raúl, que esconde un secreto relacionado con él, Manuel y Eulalia inician un viaje en coche hasta la tumba del hermano, entre la devastación del paisaje fratricida y sus propios recuerdos junto a Antonio; especialmente,