En estas memorias, Matthew Polly cuenta cómo logró convertirse en uno de los mayores expertos en artes marciales del mundo. La búsqueda de la virilidad y del conocimiento le llevan desde Kansas hasta un templo Shaolín.
El sueño de Matthew Polly, un universitario norteamericano, consistía en alcanzar la perfección en las artes marciales y, después, en su vida. Ese grado de conocimiento, al menos el referido a lo primero, sólo se lo podían ofrecer los mejores maestros del kung-fu, los monjes Shaolin. Así que abandonó la universidad de Princeton y conoció con toda la profundidad los entresijos de la China que empezaba a abrirse al capitalismo después de la matanza de Tiananmen.