Arturo tiene todo lo que un niño de su edad puede desear: unos padres que le quieren, una casa con todos los avances tecnológicos (Sala Multi-Experiencia incluida), un robot CAP T41 de ultimísima generación... La vida de Arturo parece perfecta. Demasiado perfecta, tal vez. Porque, cuando todo sale como uno quiere, cuando no hay peligro de que no se cumplan todos los deseos, la vida pierde emoción y llega a hacerse aburrida. De modo que, un buen día, Arturo desobedece por primera vez a sus padres y emprende un viaje junto a su robot. Un viaje que los llevará, al mismo tiempo, muy cerca e inimaginablemente lejos.