En el mundo al revés de los demonios, ser bueno es malo y ser malo es bueno. Filbert, un diablillo demasiado bueno, es incapaz de pegar pisotones, aterrorizar o asustar. No chilla y ni siquiera molesta. En su primer día de colegio, Filbert es castigado por no portarse como le corresponde a un diablillo como él. Pero todo cambia cuando Filbert conoce a Florinda, una angelita un poco traviesa.
La amistad entre Florinda y Filbert es inmediata, ambos tienen algo en común: no son aceptados por ser distintos. ¡Una historia divertida para diablillos casi angelicales y angelitos nada perfectos!