Cuando era pequeña pensaba en cómo matar a mi padre. Así empieza Ellen Foster, una de las contadas obras cuya protagonista, al igual que el Huckleberry Finn de Mark Twain o la Pecola Breedlove de Toni Morrison, han entrado por derecho propio en la cultura popular norteamericana. Ellen es una niña de once años que, haciendo gala de una inteligencia y una determinación fuera de lo común, busca su lugar en el mundo mientras todo parece tambalearse a su alrededor. Ambientada en un Sur en el que el racismo, la exclusión y la violencia forman parte del paisaje cotidiano, este libro, a medio camino entre la novela de formación y el gótico sureño, también es una obra repleta de lirismo, humor y humanidad.