¿Qué pasaría si Caperucita se hartase de ir a la casa de la abuelita? ¿Y si el lobo siguiese su verdadera vocación, que es cantar junto a los músicos de Bremen? ¿Qué ocurriría si los enanitos no fueran a la mina y Blancanieves se fuese de paseo en lugar de esperar a que su madrastra le diese la manzana envenenada? Algunos de los protagonistas de los cuentos clásicos se han cansado de repetir sus historias una y otra y otra vez, y deciden liberarse de sus destinos y cerrar los cuentos en los que solían vivir. Otros simplemente necesitan algún día de descanso para sus propios hobbies o simplemente descansar, pero no abandonan sus escenarios completamente. Aunque también hay algunos personajes tan felices con sus historias que prefieren quedarse en sus cuentos, como siempre han hecho.
¿Qué pasaría si Caperucita se hartase de ir a la casa de la abuelita? ¿Y si el lobo siguiese su verdadera vocación, que es cantar junto a los músicos de Bremen? ¿Qué ocurriría si los enanitos no fueran a la mina y Blancanieves se fuese de paseo en lugar de esperar a que su madrastra le diese la manzana envenenada? Algunos de los protagonistas de los cuentos clásicos se han cansado de repetir sus historias una y otra y otra vez, y deciden liberarse de sus destinos y cerrar los cuentos en los que solían vivir. Otros simplemente necesitan algún día de descanso para sus propios hobbies o simplemente descansar, pero no abandonan sus escenarios completamente. Aunque también hay algunos personajes tan felices con sus historias que prefieren quedarse en sus cuentos, como siempre han hecho.