«Quiero ser carnicero, como mi mamá, porque me gustan mucho los animales.»
Álvaro, 4 años:
Una noche su mamá le hizo una tortilla para cenar y se fue al salón a ver la tele. A los cinco minutos fue Álvaro al salón y su mamá le preguntó: «¿Ya te has comido la tortilla?». Y Álvaro le respondió: «Sí, mamá, pero no mires en la basura».
Gonzalo, 3 años:
Un día le dijo su abuela: «Gonzalo, me ha dicho un pajarito que el otro día en el cole...». Y sin dejar que acabara de hablar le soltó: «¡Qué manía con los pajaritos que dicen cosas!».
Alberto, 5 años:
Alberto estaba hablando con su hermana mayor, y ella le dijo: «Alberto, cuando yo tenga hijos, tú serás tío, ¿verdad?». Entonces Alberto se puso a llorar y dijo: «¡Yo quería ser bombero!».