¿Por qué y cómo dependemos de la naturaleza para vivir?
Gracias a los microbios por nutrirnos y defendernos, y a los hongos que han inventado remedios para matarlos; gracias a los insectos por alimentar a los pájaros, controlar la vegetación y polinizar las flores, y a los murciélagos que se los comen. ¿En qué quedamos? ¿Acaso existen microbios e insectos, biodiversidad, en definitiva, buena y mala, y deberíamos cuidar la una y erradicar la otra?
Aunque no lo advirtamos, las personas comemos, bebemos, respiramos y disfrutamos de una temperatura adecuada porque otros seres vivos lo hacen posible. Un enorme conjunto de pesos y contrapesos interactuando, perfectamente integrado tras muchos millones de años de evolución, mantiene la biosfera en un equilibrio dinámico idóneo para las especies que la habitan, incluida la nuestra.
Un canto a la asombrosa diversidad de vida que nos rodea y a la imprescindible naturaleza de la mano de uno de los biólogos españoles más destacados.