Introducción; Capítulo I. La herencia de la antigüedad; Capítulo II. Atavismos feudales; Capítulo III. El giro bajomedieval; Capítulo IV. Una modernidad mal repartida; Capítulo V. La razón se hace esperar; Capítulo VI. El siglo XIX: ¿ida sin retorno?; Capítulo VII. El siglo XX: entre la ruptura y la recomposición del molde; Capítulo VIII. En este tiempo y en este lugar ;Capítulo IX. A modo de conclusiones; Bibliografía.
La erradicación de la violencia contra las mujeres se ha convertido en un verdadero reto en todo el mundo, especialmente en las sociedades occidentales más avanzadas. La elevada tasa anual de muertes de mujeres a manos de sus parejas o ex compañeros sentimentales en España, todavía se ve sobrepasada por la de países europeos como Finlandia, Noruega, Luxemburgo o Dinamarca.
El protagonismo del fenómeno ni ha sido ni es extensivo a la totalidad del género masculino, pero tampoco es privativo de casos patológicos o excepcionales, ni debe ser visto como un conflicto personal entre el agresor y la víctima, ni como algo natural e inherente a determinadas personas. Uno de los motivos por los que la violencia en el seno de la pareja ha sido y es ejercida mayoritariamente por los hombres está asociado con el control, el dominio y el poder practicado y transmitido a partir de las relaciones desiguales y autoritarias que se establecen entre los individuos, que desde lo cotidiano construyen la sociedad.
El objetivo de esta obra (cuyo arco cronológico se extiende desde los antecedentes de la dominación romana de la Península ibérica hasta la sociedad española del siglo XXI), es, precisamente, intentar desgranar las posibles causas de la violencia contra las mujeres en la historia de España, centrándose especialmente en los conflictos matrimoniales o afectivos, y definir cuál ha sido y es el comportamiento de los ámbitos de poder y de la sociedad en general ante esos hechos, sin perder de vista cómo han vivido las mujeres esas situaciones y qué reacciones y resistencias han generado.