La situación que hemos vivido ha mostrado los descosidos del sistema educativo y ha puesto de manifiesto lo alejado que este se halla de la realidad. Se ha desvelado la inflexibilidad del currículo: es este el que ha de adaptarse a la realidad, no al revés. Estos meses, al hablar de educación, los verbos que más se han escuchado han sido examinar y evaluar. Es la vida la que nos está poniendo a prueba, y lo que tenemos que evaluar es el sistema. Así que, en lugar de buscar diferentes respuestas a las preguntas de siempre, quizá debamos cambiar las preguntas: ¿qué herramientas necesitan los niños y las niñas? ¿Qué carencias encontramos en la educación que hemos recibido? ¿Servirá lo que hemos vivido para reflexionar o volveremos a la educación prepandemia como si nada hubiera pasado? Tenemos que aprovechar este momento para replantearnos la educación que queremos: si hay algo que está claro, es que todo comienza en la educación.