¿Es posible reírse a carcajadas mientras lees un libro que trata sobre el Amor, el Alcoholismo, la Depresión, el Matrimonio, la Maternidad y? Dios? Por supuesto. Iluminada es un buen ejemplo, el mejor ejemplo. Pocas memorias (con el ritmo de una gran novela) están a la altura de estas páginas. La joven que pasó su dura infancia en Texas, en el seno de una familia mucho más que «peculiar», vive durante su primera madurez un infierno del que quizá sólo puedan salvarla, además de la literatura y la fe, la ayuda de otros que pasaron antes por lo mismo que ella; sin olvidar el amor por su hijo, algo que la inunda al mismo tiempo que la confunde, como a tantísimas madres.
Iluminada está escrito con la implacable honestidad de Mary Karr, que se analiza a sí misma sin escrúpulos y con un humor irreverente; y nos habla de ello sin pelos en la lengua, sin sentido del ridículo, y con una prosa visceral que tiene un grandísimo poder de seducción. Iluminada es un libro apasionante e inclasificable sobre cómo crecer y cómo encontrar nuestro lugar en el mundo. Hay en él pasajes divertidísimos y pasajes estremecedores, pura vida.
Iluminada por la literatura, iluminada por lo espiritual, iluminada (es decir, intoxicada hasta perder la noción de realidad) por el alcohol? La pena y el sacrificio se convierten en humor y promesa de futuro; Karr demuestra en cada página que está en verdad comprometida con la literatura como una forma de arte no sólo conmovedora, sino también motivadora, liberadora. Si hay un libro que pueda ayudarnos a comprender qué fuimos, qué somos y qué seremos antes y después de atravesar algún desierto es éste, emocionante como una resurrección.