Bajo una historia simple, un viejo jardinero que cuenta a un interlocutor ausente la historia de un triángulo amoroso durante tres veranos consecutivos, Jardín junto al mar nos muestra el poder de destrucción del tiempo sobre la vida de los personajes y sobre las relaciones humanas que entre ellos suceden, pero también sobre sus cuerpos, sobre los jardines y sobre los paisajes.
En definitiva, no es otra cosa que una novela de personajes que tiene en su perfecto logro su clave fundamental, de ahí la sensación del lector de saber más que el propio narrador
La voz y la perspectiva adoptada, conseguida con total verosimilitud y belleza poética, constituyen la marca de estilo que Rodoreda buscaba en todas sus creaciones literarias. Y, así, con un particular realismo que llega a la máxima expresión, este Jardín junto al mar constituye una de sus obras más maduras y acabadas.