"Vivir significa observar", tal es la máxima que rige la existencia del gran zoólogo austríaco Ludwig Kaltenburg, quien vive junto a sus animales en el famoso instituto de Dresde. Tras la construcción del muro de Berlín en 1961 Kaltenburg desaparece de un día para el otro y regresa a Viena, llevándose el halo de misterio que siempre lo ha rodeado.
¿Quién es en verdad Kaltenburg?. Nadie lo conoció tanto durantes sus años en Alemania Oriental como el joven Hermann Funk, el narrador en primera persona de esta novela, que quedó huérfano en un bombardeo de la Segunda Guerra Mundial. Kaltenberg será como su padre postizo y Hermann se convertirá en el observador silencioso del investigador que buscar descubrir los secretos del mundo animal y el humano, pero que no permite el acceso a los abismos amenazadores de su propia vida.