Al final de la Segunda Guerra Mundial las gemelas Kara y Yara, tan intrépidas como ingenuas, han ido a parar a ambos lados del Telón de Acero creyendo que la otra ha muerto. Kara fue entregada a los colaboracionistas de los nazis por unas criadas chismosas en busca de recompensa, liberada por un bombazo que destrozó las paredes de su calabozo y desvirgada por un camarada rescatador que se las dio de listo. Yara cayó en lo más profundo de una sima helada, se pegó un gran viaje alucinógeno al comer unas setas venenosas y acabó convertida en la comandante Blancanieves, junto a una tropa de partisanos enanos yugoslavos. A la muerte de Stalin, Kara se ha vuelto una temida oficial de diplomacia búlgara en Londres y Yara, la aburrida esposa de un aviador británico, en busca de emociones en su vida. En la línea de El buen soldado vejk, Trampa 22 o Matadero Cinco, Alek Popov, uno de los autores búlgaros vivos más reconocidos, ha escrito una sátira política tremendamente divertida.