Todas las mañanas sucede lo mismo: Andrés se despierta temblando, con los pies fríos y un nudo de miedo en el corazón. Y es que todas las noches, ¡Fuafggggaummm!, la bruja dragón aparece en sus sueños. Es fea y tan alta como una casa de tres pisos, por lo menos. Y tiene cuatro dientes, un enorme ojo verde y rojo, y una túnica negra como una noche sin luna. Pero lo peor de todo es que la bruja dragón está robando las palabras a Andrés, que habla cada día menos, y está aterrorizado. Pero la hermana de Andrés, Mariam, que es mayor y siempre sabe qué hacer, le acompaña a sus sueños para enfrentarse con la bruja... ¿Logrará vencerla?