Un brutal asesinato rompe la calma de un pequeño pueblo costero. Culpas, sospechas y engaños enredarán a los vecinos que buscarán un culpable a toda costa. El pequeño pueblo costero de Roquetas de Mar se ve conmocionado por la desaparición de una de sus vecinas: la joven Sandra López, de dieciséis años de edad. Cuando hallan el cadáver de la chiquilla, horriblemente mutilado, en la parte trasera de la casa de uno de los más ilustres vecinos de la villa, todos sospechan de Álvaro Alsina como el autor del crimen. La biempensante sociedad local comienza una caza de brujas culpando del crimen a Álvaro, al mismo tiempo que se va tejiendo una tupida red de engaños en torno a su persona, con el único fin de incriminarlo. Álvaro Alsina ve como todo el mundo se derrumba a su alrededor sin que él, ni su familia, puedan hacer nada para evitarlo. Sus amigos, su mujer, sus hijos, su amante, y hasta el jefe de la policía local, lo consideran el autor del crimen en un pueblo que no tiene letrero desde que un vendaval lo arrancó y nunca lo restablecieron. Blanca Miosi ha dicho de la novela:
«Esteban Navarro es un escritor galardonado con varios premios en su haber, de manera que esta novela no podía desmerecer sus antecedentes. Es una historia cuya trama se entreteje como los hilos de una telaraña, en la que cada personaje tiene su propia historia y motivos para amar u odiar al protagonista. Y a pesar de que se devela el autor del crimen en la mitad de la novela, no se pierde el interés porque queda siempre una duda. El autor ha hecho acopio de todos los ingredientes posibles para juntarlos y recrear la psicología de los personajes, que, a mi modo de ver, es la parte más meritoria de la novela. La recomiendo.»