Una pequeña alfarería, regentada por una familia que comprende que ha dejado de serle necesaria al mundo, frente a un centro comercial gigantesco. Un mundo en rápido proceso de extinción, otro que crece y se multiplica como un juego de espejos donde no parece haber límites para la ilusión engañosa.
La caverna habla de un modo de vivir que cada vez va siendo menos el nuestro.Todos los días se extinguen especies, todos los días hay profesiones que se tornan inútiles, idiomas que dejan de tener personas que los hablen, tradiciones que pierden sentido, sentimientos que se convierten en sus contrarios.
El autor despliega su visión del mundo actual a la vez que nos alerta: no cambiaremos de vida si no cambiamos la vida.