Aurelio Casto, antiguo legionario de una legión de élite del Danubio, es destinado como centurión a un tranquilo fuerte de la remota provincia de Britania. Casto cree que sus días de gloria han tocado a su fin. No sabe que el destino está a punto de intervenir. Cuando fallece en misteriosas circunstancias el rey de los pictos, el pueblo salvaje que habita más allá de la Muralla de Adriano, es el elegido para comandar la escolta del emisario romano que partirá a negociar con los bárbaros. Pero la misión diplomática acaba en una sangrienta tragedia. Casto y sus hombres se ven obligados a luchar por su vida y el centurión descubre que nada de esa misión condenada al fracaso era lo que parecía.