La hija del veterinario (1959) es una novela inquietante y fantasiosa, pero perfectamente controlada por una voz narrativa delicada, intencionada e inteligente. Barbara Comyns confirma en ella su singular humor, su maestría para un punto de vista familiarizado con la catástrofe y con esas «pequeñas cosas que nunca se olvidan».
La hija del veterinario (1959) es una novela inquietante y fantasiosa, pero perfectamente controlada por una voz narrativa delicada, intencionada e inteligente. Barbara Comyns confirma en ella su singular humor, su maestría para un punto de vista familiarizado con la catástrofe y con esas «pequeñas cosas que nunca se olvidan».