Un vagabundo recibe de un desconocido 200 francos, que deberá restituir cuando pueda bajo la estatua de Santa Teresa de Lisieux, en la iglesia de Sainte Marie des Batignolles. A partir de ese momento la vida del vagabundo es un continuo acercarse y alejarse de su meta, de su imposible compromiso. Este pequeño libro, escrito poco antes de la muerte del autor, es un verdadero canto a esos seres cobija- dos tan sólo por las estrellas de la noche, abrazados únicamente al vino y al recuerdo.