La Partícula Divina es el bosón de Higos, «tan fundamental para la física de nuestros días ?nos dice el autor?, tan crucial para el conocimiento final de la estructura de la materia y, sin embargo, tan esquiva». Leon Lederman, Premio Nobel de Física, nos conduce en este libro a lo largo de la historia de la ciencia, desde Demócrito hasta nuestros días, siguiendo las investigaciones y los hallazgos de los hombres que han tratado de penetrar los secretos de la materia, hasta llegar al momento presente, en que los científicos parecen hallarse en el umbral de ese último descubrimiento en que, gracias al gran acelerador LHC, que se está construyendo en el CERN, podrá encontrar la «Partícula Divina» y, con ella, esa hermosa explicación final en que todas las leyes de la naturaleza pueden expresarse en una única y sencilla ecuación. Lederman consigue el milagro de hacernos fácilmente comprensibles los aspectos más complejos de la física actual, nos lleva a apasionarnos por los misterios de la materia y, lo que puede parecer más sorprendente, consigue divertirnos. Porque su libro, entreverado de anécdotas y ocurrencias, está escrito con un profundo sentido del humor, hasta el punto que un crítico ha dicho: «A partir de ahora, ver a alguien leyendo un libro y riéndose a carcajadas no excluye la posibilidad de que se trate de una obra de física escrita por un consagrado Premio Nobel. Leon Lederman lo ha logrado. Su obra La partícula divina va cargada de un corrosivo sentido del humor.»
La Partícula Divina es el bosón de Higos, «tan fundamental para la física de nuestros días ?nos dice el autor?, tan crucial para el conocimiento final de la estructura de la materia y, sin embargo, tan esquiva». Leon Lederman, Premio Nobel de Física, nos conduce en este libro a lo largo de la historia de la ciencia, desde Demócrito hasta nuestros días, siguiendo las investigaciones y los hallazgos de los hombres que han tratado de penetrar los secretos de la materia, hasta llegar al momento presente, en que los científicos parecen hallarse en el umbral de ese último descubrimiento en que, gracias al gran acelerador LHC, que se está construyendo en el CERN, podrá encontrar la «Partícula Divina» y, con ella, esa hermosa explicación final en que todas las leyes de la naturaleza pueden expresarse en una única y sencilla ecuación. Lederman consigue el milagro de hacernos fácilmente comprensibles los aspectos más complejos de la física actual, nos lleva a apasionarnos por los misterios de la materia y, lo que puede parecer más sorprendente, consigue divertirnos. Porque su libro, entreverado de anécdotas y ocurrencias, está escrito con un profundo sentido del humor, hasta el punto que un crítico ha dicho: «A partir de ahora, ver a alguien leyendo un libro y riéndose a carcajadas no excluye la posibilidad de que se trate de una obra de física escrita por un consagrado Premio Nobel. Leon Lederman lo ha logrado. Su obra La partícula divina va cargada de un corrosivo sentido del humor.»